Onin es un speedrunner que fijó sus ojos en Divinity: Original Sin 2 un poco más que hace una semana y ha traído ya su tiempo abajo a 37 minutos y 48 segundos(cuando este juego puede tardar perfectamente en terminarse unas 70-80 horas en promedio). Su carrera es algo de pura magia, ya que su dominio de los glitch más explotables del juego es incomparable, y también porque está jugando como un genio.
Onin utiliza algunas hazañas bastante creativas, pero en su mayor parte no son encontrar enormes fallos ni nada. Por ejemplo, supera dos de los primeros encuentros más difíciles del juego al caer los barriles de Deathfog, una sustancia poco común que mata a la mayoría de los enemigos y los personajes del jugador al instante, y teletransporta a los enemigos dentro de él.
Más rudimentario, utiliza una combinación de waypoints de viaje rápido y la habilidad de “muertos vivientes” (que hace que los enemigos piensen que te han golpeado, en cuyo punto terminará una batalla) para sacar el golpe de un salto de batallas y rápidamente deformación alrededor del mapa. También se teletransporta por todas partes con habilidades como “manto y daga” y “retiro táctico”, a menudo sólo para cubrir el terreno más rápidamente, pero a veces para hacer cosas como, instantáneamente saltando horas y horas de contenido de la historia principal.
Para no spoilear Divinity: Original Sin 2, él pasa la mayoría de los diálogos muy rápido que probablemente no te da tiempo a leerlos, es sorprendente el speedrun de Onin. Es una cosa de loco, algo que se vuelve más salvaje por el hecho de que, en su mayor parte, está jugando perfectamente “dentro de las reglas” de Divinity: Original Sin 2.
