La escasez mundial de suministros que afecta a todo tipo de productos, desde consolas a teléfonos o coches, se debe a la falta de semiconductores. Pero, más concretamente, uno de los mayores culpables es la escasez de piezas diminutas que cuestan alrededor de 1 dólar.
Como señala este informe de Bloomberg, la escasez mundial de controladores de pantalla y el igualmente diminuto y hasta ahora anónimo chip de gestión de la energía son dos de las piezas más específicas de la cadena de suministro que están frenando la producción mundial de prácticamente todo lo que lleva un ordenador.
El mismo informe también ofrece una actualización bastante interesante sobre el motivo de esta escasez, desde un retroceso en los pedidos de producción (las empresas pensaron que los cierres crearían menos demanda de productos relacionados con la informática, no más) hasta el hecho de que algunos de estos componentes se fabrican con métodos de producción obsoletos, pasando por una explosión en la variedad y el volumen de dispositivos que necesitan chips que antes no necesitaban.
Aunque cabría esperar que este aumento masivo de la demanda supusiera una avalancha de nuevas fábricas y una mejora de las capacidades de producción, lo realmente negativo en este caso para quien busque una PS5 o tenga un coche nuevo atascado en algún muelle es que las empresas responsables de fabricar componentes como el controlador de pantalla no están interesadas en cambiar nada a corto plazo, ya que “las líneas existentes están totalmente amortizadas y ajustadas para obtener rendimientos casi perfectos, lo que significa que los controladores de pantalla básicos pueden fabricarse por menos de un dólar y las versiones más avanzadas no por mucho más que ese precio”.
