El presidente Trump se reunió con representantes de la industria de videojuegos el jueves, después de decir el mes pasado que los videojuegos violentos podrían jugar un papel en los tiroteos masivos. El presidente se reunió con padres como Melissa Henson.
“El tipo de mensajes e imágenes que están poniendo en sus mentes, creo que son ensayos nocturnos para grandes actos de violencia”, dijo.
Pero la investigación del psicólogo Patrick Markey muestra que el 80% de los que están implicados en tiroteos en masa no mostraron interés en los videojuegos violentos.
“Parece algo que debería hacernos más seguros, por lo que es una reacción totalmente comprensible”, dijo Markey. “El problema es solo la ciencia, los datos, no respaldan que en realidad tienen un efecto”.
Otros críticos apuntan a la aparición de armas específicas en los videojuegos, como un rifle de asalto Remington en el popular juego “Call of Duty”. Las imágenes del rifle provienen de una demanda de los padres de Sandy Hook, que están demandando a Remington, diciendo que la compañía es responsable de los asesinatos de los 26 niños en la escuela por el tirador Adam Lanza en 2012.
“Estaba dentro de este grupo demográfico masculino más joven al que Remington intentaba vender armas”, dijo el abogado Josh Koskoff. “Lo que estamos viendo aquí es lo que describo como un escenario de ‘pollos que vuelven a casa a dormir’, donde, al saturar, vendes tan imprudentemente tantas de estas armas a este grupo demográfico de alto riesgo”.
Nos acercamos a Remington, pero no tuvimos noticias. El Entertainment Software Association, que representa a la industria de los videojuegos, dijo que al presidente que “numerosos estudios científicos” muestran que “no hay conexión entre los videojuegos y la violencia”. De hecho, Markey dijo que su trabajo muestra cuando se lanza un nuevo juego violento, el crimen realmente cae.
